Nadie mejor que su madre, convencería a Bartola que todo inicio es doloroso, por eso, cuando ella recibió el primer golpe de su vida, sin saber que aquel marcará el inicio de una carrera que ni sospechaba. Cerró los ojos, apretó los dientes, respiró hondo y se entregó resignada a la contundencia de un cucharonazo de palo que se quebró en sus aun tiernas rodillas. Esther Dávila tenía sólo 15 años y recibió de su madre aquel castigo por haberse escapado del colegio para irse a cantar en un escenario. Eran los tiempos de las "Caravanas Culturales" y ningún joven talento que se estimara como tal, podía resistirse a la tentación de saltar a la fama a través de esa suerte de cruzadas que promovían reclutar nuevos valores de la música y otras artes.
Y así fue como vino el primer triunfo para "Esthercita Dávila del Perú" que es así como se le conocía en sus inicios artísticos, pues ganó el concurso y un premio de 10,000 soles, con el cual su madre quedó plenamente convencida de que su hija...¡tenía talento!
En "El Plebeyo", popular lugar de encuentro de la bohemia criolla de aquel entonces, comenzó Esther, su carrera como cantante profesional y con ello vendrían también sus primeros contratos.
Dice que tanto es el amor que le tienen que cuando afrontó momentos difíciles por un mal de cáncer, del que felizmente salió adelante, mucha gente estuvo a su lado.
Bartola tiene un corazón muy solidario y desde hace mucho tiempo, silenciosamente, apoya obras sociales .
Por esta razón, este miércoles, festejará su cumpleaños con un concierto en el Parque de Lima en favor de los niños con sida del programa “Un día de esperanza”.