Desde pequeña mostró inclinación por la música, su niñez la vivió como la mayoría de las niñas, repartiendo su tiempo entre juegos y los deberes escolares. Su diversión preferida era acompañar a su hermana Viviana, quien hoy día la representa. Ana Bárbara se enamoró de los escenarios haciéndole coros, cuando ya tuvo la edad suficiente (ocho años), a su hermana. "Me atraían las luces, los aplausos, los viajes", acepta, más tuvo que pasar un tiempo para que ella lograra la hazaña con la que tanto soñó.
Más tarde apoyada por su familia, Ana Bárbara participó en un concurso de canto infantil celebrado en San Luis Potosí, obteniendo el primer lugar.
Comenta: "En esa época yo estaba traumada porque era muy alta y flaca, pero cuando cumplí diecisiete años me empecé a "componer" físicamente. Participar y ganar en el certamen de Srta. San Luis Potosí, me ayudo mucho para tener seguridad en mi¿.
Ana Bárbara, después de haber representado a su estado natal en Srta. México, empezó a incursionar en el medio artístico, vía los segmentos musicales de ECO. Posteriormente, participa en el festival Valores Juveniles.
En 1993 ganó el título de "Rostro del Heraldo de México", lo cual ayudo para que en junio de ese mismo año fuera nombrada "Embajadora de la canción ranchera" y con ese título cumplió uno de sus más grandes sueños cantarle a su Santidad Juan Pablo II.
Emprendedora por naturaleza, Ana Bárbara no desperdició la oportunidad y estando en el Vaticano presenció una misa oficiada por el Papa; la mexicana pensó que jamás tendría una oportunidad como esa y decidió que no podía desperdiciarla...con muchas agallas interrumpió la misa para decirle al Santo Padre que ella era Ana Bárbara y que le quería cantar...Y le cantó! El Pontífice la bendijo y le deseo mucha suerte.
En 1994 Fonovisa lanza al mercado su primer álbum titulado "Ana Bárbara", dirigido por Aníbal Pastor, que se convirtió de la noche a la mañana en un suceso musical. El primer sencillo de esta producción se titulaba "Nada" y ocupó los primeros sitios de las listas de popularidad. Posteriormente con "Sacúdeme", se reafirmó como toda una promesa de la canción grupera.
A raíz de la aceptación de su primer álbum, grupos como Bronco y Tigres del Norte la invitaron a alternar con ellos en bailes y eventos populares. Ana Bárbara, logró entrar con el pie derecho a tan difícil campo, en el que también compartió el escenario con Marco Antonio Solís y los Bukis.